¿Conoces en qué consiste la serigrafía? Esta técnica es una de las más empleadas hoy en día para llevar a cabo la impresión de camisetas, aunque su uso puede aplicarse también en otros tipos de tejidos y objetos de otros materiales. La serigrafía ha evolucionado considerablemente con el paso de los años, así como las técnicas que se utilizan para ello. A continuación, te explicamos con más detalle qué es la serigrafía, así como los tipos de serigrafía que podemos encontrar, su uso y su evolución en el paso del tiempo.
La serigrafía es la técnica que consiste en el grabado de imágenes por medio de una pantalla de seda o de tela metálica muy fina. El proceso de serigrafía utiliza una técnica analógica que funciona de manera artesanal o semi artesanal mediante las habilidades del/la encargado/a de ello, pero también de manera automática.
El proceso de serigrafiar textil consiste en la impresión mediante tinta de gran calidad a través de una malla. La función de esta malla es la de delimitar el lugar en el cual va a realizarse la impresión. Esta ha sido previamente delimitada con la ilustración gráfica que se desea.
Esta malla serigráfica o pantalla permite pasar la tinta a través de sus poros para formar el diseño que se desea. Por cada color se necesita una pantalla adicional.
La serigrafía textil es utilizada, principalmente, para llevar cabo la impresión de camisetas y de ropa de trabajo. La función principal suele ser la de promocionar camisetas con impresiones para empresas, sobre todo, en la ropa de trabajo, aunque también para grandes eventos en los cuales se utilizan prendas con logos o imágenes en común. Y es que la ropa promocional es uno de los principales usos que tiene la serigrafía. Por ejemplo, para complementar una campaña de publicidad en un lugar físico. En ese caso se realizan largas tiradas de camisetas o de las prendas que se consideren oportunas.
Lo más habitual suele ser la serigrafía de camisetas y la serigrafía de ropa laboral. En este último caso, en el de la serigrafía de ropa laboral, lo que se busca es que los empleados vayan con un uniforme que los identifique con la empresa. Y es que la serigrafía de ropa laboral puede tener varios beneficios para le empresa y los empleados. En primer lugar, se consigue que todos se sientan incluidos y que formen parte de un mismo equipo y con un objetivo común. La serigrafía en la ropa laboral también es importante para que la empresa sea reconocida ante los ojos de los clientes. Por otro lado, se consigue dar mayor visibilidad a la marca que puede ser observada por una mayor cantidad de personas.
Actualmente podemos encontrar un total de 5 tipos de serigrafía que son utilizados para sus diferentes usos como para la serigrafía de camisetas, la serigrafía de ropa laboral y, en general, la serigrafía textil. Estos tipos de serigrafía son:
Serigrafía manual: La serigrafía manual es la que funciona de manera artesanal, la clásica. En este caso lo que se hace es colocar una las pantallas directamente encima de la prenda y aplicar la tinta a través de ella para llevar a cabo la impresión. Normalmente suele ser utilizada para la serigrafía de camisetas y para la serigrafía de sudaderas, aunque su utilización puede ser aplicada también en paraguas —aunque la técnica es mucho más laboriosa, al igual que el secado de los mismos—.
Serigrafía automática: Se necesita la actuación de una persona y de una máquina para llevar el proceso a cabo. En este caso, lo que hace el operario es colocar el objeto en la base de la máquina y dejar que esta haga el resto. Esta técnica puede servir tanto para prendas como para serigrafía textil de complementos y otro tipo de objetos. El operario debe asegurarse de que el objeto ha quedado bien colocado y que no hay arrugas en el tejido para que el proceso resulte exitoso.
Serigrafía circular: Este tipo de serigrafía es la que se utiliza normalmente para serigrafiar objetos redondos como son las tazas y las botellas de plástico. La misma funciona mediante una compleja maquinaria que consigue la estampación en los diferentes objetos.
La serigrafía ha evolucionado considerablemente con el paso de los años, aunque es una técnica que lleva muchísimo tiempo siendo empleada, sobre todo, la serigrafía del tipo manual. De hecho, se estima que los primeros objetos serigrafiados datan del año 3.000 a.C., cuando los nativos de las islas Fiyi agujereaban las hojas de los plátanos para la distribución de las tintas.
En Asia, concretamente en Japón, las plantillas con las cuales se llevaba a cabo la serigrafía textil eran tensadas mediante el cabello de las mujeres. Así mismo, en algunas cavernas, como la de los Pirineos, se encontraros dibujos que fueron realizados mediante serigrafí. Ya entrada la Edad Media, la serigrafía se modernizó con el uso de planchas de madera, sobre todo, para las impresiones de cartas (naipes) o de figuras religiosas.
No obstante, la técnica de impresión por serigrafía tal como la conocemos hoy en día se desarrolló en el siglo XX. En este caso se empleaban plantillas y marcos que eran tensados con grapas. Aunque las primeras impresiones de serigrafía fueron realizadas en Estados Unidos, la técnica fue patentada en Gran Bretaña, concretamente en Manchester por Samuel Simon. La serigrafía industrial fue evolucionando con el paso del tiempo, sobre todo con más presencia en Estados Unidos, donde se constituyó la Asociación Nacional de Serigrafía (SPPA). Su uso ya se había extendido y viralizado y ya era empleada con fines comerciales y publicitarios, entre otros. En la Segunda Guerra Mundial esta también tuvo gran importancia.
Con el paso del tiempo, la serigrafía ha evolucionado considerablemente, al igual que la maquinaria empleada. Hoy en día podemos encontrar serigrafía industrial con máquinas totalmente automática y encontrar una amplísima variedad de tipos de serigrafía, dependiendo de los objetos a imprimir o estampar.